Últimos avances en cirugía artroscópica de cadera y prótesis de cadera

La artroscopia de cadera para el tratamiento del choque o pinzamiento femoroacetabular permite a los atletas  reanudar el deporte y continuar sus carreras profesionales a nivel preoperatorio así como mantener esa actividad durante varios años. Los resultados clínicos en términos de valoraciones subjetivas y puntuaciones objetivas determinan una recuperación mucho más temprana y con menos tasa de complicaciones que mediante cirugía abierta.

El atrapamiento fémoroacetabular se ha convertido en la patología mas frecuente a tratar mediante la artroscopia de cadera y es el tratamiento de elección en la gran mayoría de los casos gracias a la poca morbilidad, menor pérdida de sangre, mejor resultado estético y mucho más rápida recuperación en comparación con la cirugía abierta. Utilizada también en diagnósticos, la artroscopia de cadera sirve para extraer cuerpos extraños (calcificaciones), suturar y quitar estructuras dañadas como el labrum (especie de menisco dentro de la cadera), revisar prótesis de cadera dolorosas, resolver resaltes tendinosos, y tratar úlceras en el cartílago mediante estimulación.

Deportistas y cadera

La artroscopia de cadera para el tratamiento del choque o pinzamiento femoroacetabular permite a los atletas reanudar el deporte y continuar sus carreras profesionales a nivel preoperatorio así como mantener esa actividad durante varios años. Los resultados clínicos en términos de valoraciones subjetivas y puntuaciones objetivas determinan una recuperación mucho más temprana y con menos tasa de complicaciones que mediante cirugía abierta.

El manejo de las lesiones de cadera en atletas ha evolucionado significativamente en los últimos años con el avance de las técnicas artroscópicas. La aplicación de técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas ha facilitado un retorno relativamente rápido a la actividad deportiva tanto en atletas de élite como no profesionales.

La cirugía abierta ha ayudado a muchos pacientes a solucionar su patología, pero actualmente la cirugía artroscópica se ha convertido en el mejor método para el tratamiento de la mayoría de los casos de choque femoroacetabular y de rupturas de labrum. La Unidad de Cirugía Artroscópica y Medicina Deportiva dirigida por el Dr. Luis Pérez Carro realiza tratamientos artroscópicos de todas las lesiones deportivas articulares: Hombro, codo, muñeca, cadera, rodilla y pie desde el año 1990 con una experiencia acumulada de más de 2500 intervenciones de este tipo.

La última innovación técnica que ha incorporado este grupo, desde el año 2004 es el tratamiento artroscópico del atrapamiento fémoroacetabular de la cadera, patología que ocasiona gran incapacidad tanto en pacientes deportistas como activos. Si esta patología se detecta y trata lo suficientemente temprano evita por lo general el desgaste articular (Artrosis) y la lesión del cartílago.

Patología de cadera

De todas las patologías de la cadera en el paciente joven la más frecuente es la que afecta al labrum por ruptura del mismo debido a la deformidad de la cabeza cuello del femur o del acetábulo por sobrecobertura denominada como atrapamiento, roce o choque femoroacetabular.

El atrapamiento femoroacetabular, conocido en la literatura médica como impingement, se manifiesta en el adulto joven, habitualmente en la tercera década de la vida. El afectado aqueja un dolor inguinal, a veces irradiado hacia la parte externa de la cadera y otras hacia la cara interna o la parte posterior del muslo. Antes se pensaba que esta deformidad, una giba en la transición cabeza-cuello del fémur, era una consecuencia de la degeneración de esa articulación; recientemente se ha comprobado que se trata justo de lo contrario: la deformidad provoca la alteración en la degeneración articular de la cadera y explicaría el origen en gran parte de los casos de pacientes jóvenes a los que se les coloca una prótesis.

Para el diagnóstico es fundamental realizar una exploración correcta y también una resonancia magnética con un corte oblicuo axial en el eje del cuello femoral. El paciente tipo tiene entre 20 y 45 años, practica deporte y manifiesta dolor en la zona del trocánter, ingle y glúteo, sobre todo cuando está sentado. En estas patologías el hueso sobresale más de lo normal y ocasiona un roce en la articulación, por lo que se debe fresar las partes óseas prominentes o que provocan ese roce, es decir, tallar la cabeza del fémur para conseguir dejarle la forma idónea que evite el choque con el acetábulo (la parte de la pelvis que forma parte de la cadera).

Por su parte, en el caso de "Lesión de Labrum", este fibrocartílago similar al menisco de la rodilla y que se encuentra en el acetábulo, cuando se rompe va lesionando el cartílago articular y provoca artrosis de cadera. Esta lesión se resuelve resecando el fragmento roto o reparándolo mediante su reinserción o sutura. Se utilizan diversos sistemas que sirven para reinsertar el labrum de la articulación en su lugar. Estos sistemas consisten en pequeños anclajes de material reabsorbible que se insertan en el hueso y, mediante unos hilos de sutura que llevan adosados, permiten reparar la lesión.

La técnica más avanzada para solucionar estos problemas y con mayor tasa de éxito es la cirugía artroscópica. La evidencia reciente apoya no solo el tratamiento de los pacientes habituales entre 25 y 55 años, sino también los jóvenes de 11 o 12 años, así como personas mayores de 60 años sin artrosis, se benefician de este procedimiento.

El reto de la artroscopia de cadera es reducir al mínimo el número de implantes de cadera sobre todo en pacientes jóvenes expuestos a tasas de recambio elevada.